miércoles, 14 de septiembre de 2016

Torneo mensual: Quinto Elemento (Junio 2016) - 3ª Parte

Con cierto muchísimo retraso (todo se perdona en la época estival, porque siempre es verano con el pepino en la mano) retomo aquella última ronda del torneo de Quinto Elemento que quedó pendiente.

Recordemos: Gané a Marcos, palmé contra Jovi, miré el proyector y el elegido era...

TERCERA RONDA: Enrique H.
Joder, otro monegricidio. Supongo que es normal que en algún momento nos toque partirnos la cara, habida cuenta de que casi la mitad de los inscritos éramos Sandcrawlers... pero mira que hay orcos, y me toca el líder supremo. El hombre que sólo juega el combo Decimator (con Oicunn) y Susurro a los mandos de su flamante TIE Fantasma.


A ver si consigo haceros un resumen rápido de lo que ocurrió en aquella partida: Enrique concentró fuego sobre Tomasito Bren, que cayó de forma ignominiosa sin haber sido capaz de efectuar un puñetero disparo. El Inquisidor y Vessery se movían a toda velocidad, esquivando a Oicunn como si fuera la peste, mientras Susurro jugueteaba distraídamente entre los asteroides en busca de un buen ángulo de disparo. En un momento dado, decidí que lo mejor sería irme a la esquina opuesta del tapete y reagruparme allí, bien lejos del Decimator, y para mi sorpresa Susurro salió disparado hacia la cola del Defender, alejándose de Oicunn.

En el siguiente turno Susurro se vió súbitamente sobrepasado por un arranque de valentía, siendo rodeado con una maniobra cerrada del Inquisidor y con un 4-koigran de Vessery, que en una sola ronda de disparo derribaron a Susurro aún con el Dispositivo de Camuflaje Avanzado. Ojete moreno, chavales.


Ojete moreno, que la cosa acababa de dar un vuelco de cojones. Oicunn todavía se encontraba rodeando un lejano asteroide, así que me dió tiempo de sobra para encararlo y martillearlo a placer hasta destruirlo.

Y así, con un monumental golpe de suerte y gracias a un despiste de mi rival, lo que comenzó siendo un cobarde acto de huída se acabó convirtiendo en un genial truco que acabó otorgándome la victoria. Sun Tzu estaría orgulloso de mi, joder.

Resultado: ¡Victoria! 100-39.

NOTA: Para ser sinceros, he de reconocer que Enrique se quedó con ganas de revancha, y que en esa segunda ocasión me machacó vilmente. Pero eh, que me quiten lo bailao ;P

Y así acabé el torneo, en un extraño quinto puesto para lo que suelo hacer yo. Tendré que hacerle más sacrificios a Cthulhu, que últimamente la cosa está fhtagn.

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