jueves, 24 de marzo de 2016

Report de mi (breve) paso por la II Liga Eliminatoria

Organizada por Jovi Argandoña (el responsable de X-Wing Zaragoza y uno de los tipos que se preocupan por que la comunidad maña de X-Wing siga en movimiento), la Liga Eliminatoria alcanza este año su segunda edición y sigue una estructura sencilla y sin piedad: el que pierde, queda eliminado (salvo en la primera ronda, que tiene repesca).

Y allá que me apunté, hoyga. Decidí que esta liga la jugaría con una variante de la lista que llevó a Paul Heaver a ganar el torneo mundial en 2015:
Ala-X T-70 - Poe Dameron (31 p.)
Instinto de Veterano (1 p.)
· R5-P9 (3 p.)
Propulsores Automatizados (2 p.)

Ala Y - Piloto del escuadrón Oro (18 p.)
Torreta Láser Doble (6 p.)
· R3-A2 (2 p.)
BTL-A4 Ala-Y (0 p.)

Ala Y - Piloto del escuadrón Oro (18 p.)
Torreta Láser Doble (6 p.)
Droide Astromecánico R5 (1 p.)

Z-95 Cazacabezas - Piloto del Escuadrón Bandido (12 p.)

Total: 100 puntos
En mi primer encuentro me toca como contrincante Álex, el dicharachero tendero de Doctor Ocio. Todavía estoy en proceso de ir conociendo a la gente que forma esta comunidad, pero Álex es uno de esos que rápidamente se hacen notar y es fácil quedarse con él... y con sus naves Scum. Y efectivamente, me plantó sobre la mesa un combinado de Palob Godalhi, Guri y Talonbane Cobra contra el que nunca tuve ninguna oportunidad. Cometí errores de planteamiento importantes, como centrar disparos sobre Guri en el primer cruce, en lugar de hacerlo sobre la HWK de Palob. La cosa estaba clara, y me comí un 31-100 por su sitio. Bien jugado por parte de Alex, la verdad, con el añadido de que su Talento de Tendero de Élite "Mano de Cerdo" se mostró en todo su horrendo esplendor en los momentos claves de la batalla.

Pues nada. A la repesca. ¡Yeha, que hay repesca, chavales! ¡Esta es la mía!


Y entonces el azar me empareja con Raúl F, otro de los veteranos de la comunidad y miembro del Escuadrón 181, uno de los equipos con más canas de la ciudad. Con una edad promedio que debe rondar los 105 años, el Escuadrón 181 reúne a los más simpáticos gerontopilotos de la comunidad zaragozana.

Pero ya sabéis lo que dicen de los yayos que juegan a mus, a frontón y a X-Wing. Que no te fíes, que se las saben todas y en cuanto te descuidas te dan para el pelo.

Venga, repito lista. Raúl aparece con la que le ha hecho famoso aquí en Zaragoza: Soontir, Vader y Palpamóvil. Y yo con un Ala-Y tensionador. Esto pinta de maravilla, joder. La suya es la lista a la que puedo putear infinitamente y casi sin proponérmelo: si le meto dos tensiones a Soontir lo dejo sin acciones, y ya sabéis lo que dice el refrán "Soontir sin tokens, patada en los cojones". Por otra parte un Vader tensionado le iba a dejar sin sus dos acciones por turno, lo cual también apuntaba a que el asmático más poderoso de la galaxia podía terminar con el culo como un abrevadero de patos.

Mi equipo me apoya. Una comisión diplomática de los Sandcrawlers se persona en la tienda para "hacer piña" y apoyar. Enrique, Gavioto, Cromi, Roberto y hasta Javi, el tendero de Quinto Elemento, se unen a la juerga.

Venga. Esto marcha. Me froto las manos. Entono en silencio una letanía para activar mi mojo y me lanzo a la batalla. La cosa empieza bien, con mis rebeldes volando en perfecta formación picha-culo, y como no podía ser de otra forma en el tercer turno cometo mi primer error grave. Uno de mis Alas-Y (el que sólo lleva la TLT) esquiva un asteroide con agilidad felina (jactándome de ello, además) y en un ejemplo de libro de lo que es el karma instantáneo, en ese mismo movimiento consigue impactar contra otro pedrolo que estaba detrás. Gran maniobra y risas del público.

En este momento me doy cuenta de un detalle. Los Sandcrawlers habían dicho que venían a apoyar, pero caigo en la cuenta de que en ningún momento han especificado A QUIÉN. Mis compañeros de equipo se metamorfosean en una especie de charanga de orcos con vuvuzelas y tambores de guerra, que gritan y se carcajean. "Jaja mira cómo que se come el pedrolo", "Jaja que Soontir se le sale de arco", "Jaja mira como tira el dado, que tontolaba".

Y aquí me doy cuenta de que mi sufrido rival intenta concentrarse de verdad en la batalla pero mis aullantes amigos se lo están poniendo francamente difícil. Yo juego para divertirme y el choteo me anima, pero veo que Raúl a veces está incómodo con los gritos, las risas y las vaciladas que mis comilitos ya empiezan a dirigirse incluso entre ellos. Ya sabéis, animosidad orca. Si no hay nada a lo que atizarle con una estaca, comienzan a atizarse entre ellos por puro aburrimiento. Pobre Raúl. De verdad que lo siento, tío. Son así. Hay que quererlos, o matarlos.

La batalla continúa y los bandos se cruzan sin bajas, aunque Vader sale de ahí (inexplicablemente) con un punto de casco (¡Tabernero, una ronda de blancazos, que invito yo!). En el turno siguiente la Lambda queda literalmente rodeada por Poe Dameron, el Ala-Y tensionador, el Ala-Y torretero y el Cazacabezas. Y para no variar cometo mi segundo error: aprovechando que Soontir colisiona con el Z-95 y se queda sin tokens, pienso: "Esta es la mía" y le tiro hasta los zapatos con las naves que lo tienen a la vista. Cagada monumental. Soontir sale de ahí con un único impacto que no le supone nada, y por dividir el fuego le doy a la Lambda un par de desastrosos turnos más de vida. Mi Z-95 está a un punto de casco de diñarla, pero su piloto se niega a abandonar la nave. Culebrea, esquiva a Soontir y comienza a perseguir a Vader. Sisi, como lo leéis, un Z-95 persiguiendo nada menos que a Darth Vader.

No pasa nada, Soontir da media vuelta y acude al rescate de su jefe mientras Poe Dameron se dedica a perseguir la Lambda hasta derribarla. Mucho ha vivido. Demasiado, y en ese momento ya sé que lo voy a pagar caro, porque mis dos Alas-Y y el Z-95 ya son chatarra espacial.

Quedan diez minutos de partida y la estrategia es clara: derribar a Vader mientras esquivo a Soontir, que se pone a cola de Dameron. Le leo bien los movimientos y consigo salirme de arco de Soontir dos turnos gracias al giro Talon y sin perder de vista a Vader, pero pago caro el tensionarme y no poder realizar acciones, porque mis tiradas son mediocres, con UN único impacto por turno que Vader esquiva sin problema.

Bierda bodrida.

Ahí está Vader. Jadea. Le cuesta respirar más de lo habitual. Se coloca detrás de un asteroide, pero me la suda. Yo soy Poe Dameron, el mejor piloto de la galaxia y descendiente directo de Chuck Norris, así que en un arranque de temeridad me lanzo a por Vader pisando el asteroide hasta con mala hostia. Esta vez no escaparás, higo de fruta.

Ahora mueve él. Duda, no sabe si llevar su nave detrás de otro asteroide o intentar alejarla lo más posible. Raúl se frota el mentón. Los orcos aúllan. Jugueteo con tres dados rojos que tengo en la mano, tratando de imbuírlos con el Grandioso Mojo de la Última Tirada. Porque sí, coño. ¿Hay algo más español que dejar las cosas para el último minuto? ¡Pues en X-Wing igual, hostia ya!

Raúl revela dial. Vader realiza una maniobra 2-cerrado que le deja dentro del arco de fuego del Ala-X. Tonel. Impulso. Se cruzan nuestras miradas. Tensión. Revólveres en las fundas. Silbidito de Morricone... joder, hasta la charanga orca guarda silencio. Saco regla de disparo, la coloco en el tapete y... no llego.


Pero ahí no terminan mis problemas. Soontir se ha puesto a cola. Por fortuna al cruzar el asteroide en línea recta me he quedado a rango 3 del as imperial, y con la cobertura que me proporciona el propio pedrolo y los Propulsores Automatizados no estoy demasiado preocupado. El Ala-X ha perdido todos los escudos y al atizarse con el asteroide ha perdido además un punto de casco. No obstante parece sencillo sobrevivir a ese ataque.

Raúl tira. Tres impactos tras las modificaciones. Lo habitual en el cabrón de Soontir Fel. Tiro cuatro dados de esquiva, y además tengo los Propulsores Automatizados, y entonces noto cómo Murphy me introduce un dedo en el culo y empieza a darle vueltas. Una esquiva Y TRES OJOS. Con un resultado de cara vacía podría haber activado los autotrastos de los cojones. Pero no. NO.


Y final. 29-100 a favor de Raúl. Las manos se cruzan deportivamente y noto que mi oponente respira aliviado. La charanga orca estalla en carcajadas, abrazos, meneos y chanzas, para desaparecer instantes después a lomos de sus jabalíes cruzando la estepa valdespartana mientras oigo los tambores de guerra alejándose.


Derrota, pero derrota de las que te sirven para aprender. Dos fallos estrepitosos que no volveré a cometer y dos caídas de mano en momentos clave. Mi rival, perfecto (salvo el choque de Soontir con el Z-95 y un leve pisotón de asteroide con la Lambda, aunque ninguno de esos errores tuvo un impacto apreciable sobre el desenlace de la batalla). Se nota que es de los veteranos.

Batalla gran, hmmm. Con él de nuevo te encontrarás, hmmm. Pero practicar todavía debes, joven palurdan, hmmm.

Y encima no caí en la cuenta de echar ni una miserable fotografía. Redios.

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